sábado, 31 de mayo de 2008

Criminalistica: ¿hablas de mi sin conocerme?

La criminalistica a estado presente en el mundo como tal desde la primera cincuentena del siglo XVI (Alejandría)en manos de Julios Clarus, sin saber aún, que se convertiría en una ciencia auxiliar del derecho penal necesaria para la administración de justicia de cualquier estado, para poco tiempo después pasar a ser una ciencia con procedimientos propios y usando el método experimental para su progreso.

En 1560(Francia) Ambrosio Paré(padre de la medicina legal) ya hablaba sobre heridas por armas de fuego; en 1643(Italia) Gospi edita en Florencia “Il Giudice Criminalista“, la primera obra en que se conoce sobre la criminalistica. No es difícil de apreciar que ya en el siglo XVII nombres como Paolo Zacchias y Marcelo Malpighi, se hacían de un renombre que se rearfimaba con sus estudios científicos y prácticos, que hasta el día de hoy son algunos de los pilares de esta ciencia llamada criminalistica. Pero en nuestro país, esta ciencia, ha sido manchada por los medios y por personas que nunca entendieron que esto era un trabajo de profesionales, que conlleva la justa administración de justicia que todos desean y que muchos aun ilusionan cuando miran las noticias y se dan cuenta de que aun los delitos siguen siendo mas fuertes que la voluntad de cambio y la pasión de unos pocos para poner su tiempo y conocimiento a favor de nuestra sociedad.

Desde la primera persona que se refirió a la criminalistica pasando por la creación de instituciones como Scotland Yard en1829 por Sir Peel o la oficina central de detectives de Nueva York en 1882, hasta hoy con la creación de escuelas policiales e instituciones en todo el mundo, hemos estado inmersos en descubrimientos y avances científicos y técnicos que a nuestros ojos aun siguen siendo invisibles. La criminalistica tiene un fin y su fin es apoyar al derecho penal en su búsqueda del bien común en la sociedad, para esto son necesarios profesionales que auxilien a magistrados, fiscales y policías.

Es común en nuestra realidad policíaca que el fiscal llegue después que la policía publica (carabineros) y que sus conocimientos sobre la seguridad del indicio o sobre las técnicas para el levantamiento de tales sean mínimas o nulas, llegando a cometer errores que son irremediables y que puede derivar a que el delincuente quede en libertad.

La criminalistica no nació para crear problemas, sino para dar solución, es una ciencia y como tal debe ser estudiada y aplicada, y para esto existen peritos, profesionales idóneos que su único fin es la investigación del sitio del suceso para que se verifique el delito y la determinación del delincuente.

Hoy en día es puesto en duda el estudio de esta ciencia, es puesto en duda la calidad de la educación que se imparte en instituciones creadas para impartir el conocimiento científico necesario en una investigación policial, pero las personas que ponen en duda esta ciencia solo conocen una parte y es aquella que escuchan, aquella que se les queda grabada desde la televisión, de algún comentario de su circulo de conocidos, es aquella parte ignorante de la información que solo busca la polémica y no la veracidad de los hechos y del acontecer.

Nuestro país hace cambios, pero solo cambia el techo de su casa, y no sus bases. Para transformarse en un país desarrollado primero debemos saber qué estamos haciendo mal.

Hubo un cambio en nuestra forma de impartir justicia, pero no hubo cambio en la mentalidad de la sociedad, aun aceptamos el delito y aceptamos que unos pocos tengan el control de la justicia que hasta ahora solo combate una parte de la delincuencia.

El nuevo sistema procesal penal, necesita de profesionales que ayuden y auxilien a los magistrados, fiscales y policías, necesita de la criminalistica, porque la justa administración de justicia esta en el hecho de saber con veracidad lo que ocurrió en un sitio del suceso y de comprobar la unión de este con el delincuente y con ello poder decir que se hizo justicia y que nuestra sociedad tiene un sistema confiable para que todos podamos vivir tranquilos y saber que aquel que robó, mató o violó cumple su justa condena por el delito que cometió.

El tiempo que pasa es la verdad que vuela(Edmond Locard).

No dejemos pasar más tiempo.

A.S.

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